Te contamos cómo exfoliar la piel para cuidarla después del verano
Te contamos cómo exfoliar la piel para cuidarla
después del verano
Si “Eva María se fue, buscando el sol en la playa…”, cuando terminó el verano se tuvo que exfoliar muy bien la piel. No tenemos ninguna duda.
Hits del verano aparte, lo cierto es que durante la época estival sometemos a la piel a acciones que pueden perjudicarla: la exposición continuada al sol, las posibles quemaduras, el salitre, el cloro… hacen que debamos exfoliarla para prepararla para el otoño con un extra de mimos y cuidados.
Por eso, en este post te hablaremos de la exfoliación: qué es, cómo exfoliar la piel, cada cuánto hacerlo, y por qué es lo mejor que puedes hacer periódicamente para tener una piel suave, libre de impurezas y con un aspecto luminoso. ¿Te apetece una puesta a punto para tu dermis?
¿Qué
es la exfoliación?
La exfoliación es un proceso natural de renovación de la piel, que se hace cada 28 días aproximadamente y en el que las células muertas se desprenden de la epidermis (la capa externa de la piel) de forma espontánea. Cuando realizamos tratamientos cosméticos para acelerar o ayudar a ese proceso, ya sea mediante la acción física o con la aplicación de productos exfoliantes químicos, es lo que comúnmente conocemos como exfoliar la piel.
Beneficios de exfoliar la piel
Con una exfoliación periódica y regular, la piel estará más luminosa, suave, elástica e hidratada. Exfoliar la piel tiene todas estas ventajas:
Elimina las células muertas que se van acumulando en la epidermis.
Activa la renovación celular y mejora la oxigenación de la piel.
Limpia en profundidad la piel, dejando los poros libres de suciedad acumulada e impurezas. Es el complemento ideal para una buena limpieza facial.
Regula el exceso de sebo y mejora la piel con tendencia acnéica.
Unifica el tono de la piel, atenuando pequeñas manchas, marcas de acné y otras imperfecciones.
Difumina pequeñas arrugas y signos de expresión.
Atenúa estrías y cicatrices.
Estimula la síntesis del colágeno y la elastina, tan importantes en la firmeza y elasticidad de la piel.
Prepara la piel para los cuidados posteriores a la exfoliación, mejorando la absorción de sérums y/o cremas.
Potencia la acción de tratamientos para la piel: antiarrugas, iluminadores, despigmentantes, antiacné, etc.
¿Es
bueno exfoliar la piel?
Sin duda, exfoliar la piel es bueno y necesario, sobre todo después de épocas intensas como el verano. Y no solo por las ventajas que te hemos listado en el apartado anterior, sino porque la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) es muy clara en ese sentido, afirmando, en sus reglas de oro para la piel, que “la exfoliación es indispensable”.
¿Cada cuánto hacerlo?
Por lo general, se recomienda realizar una exfoliación de la piel, al menos, una vez por semana (tanto el cuerpo como como la cara). Puedes empezar progresivamente y ver cómo reacciona tu piel, para determinar si puedes hacerlo dos veces por semana.
De todas formas, no todas las pieles tienen las mismas necesidades. Superar el límite de exfoliaciones que le van bien a tu piel puede ser contraproducente y perjudicar la barrera natural de la dermis, causando rojeces, irritaciones, etc.
Por eso es recomendable que acudas a un/a especialista en dermatología para que pueda indicarte tanto la periodicidad adecuada de la exfoliación para tu tipo de piel, como el tipo de tratamiento a seguir.
Cómo
exfoliar la piel
En este punto te contamos las distintas opciones para exfoliar la piel, así como lo que deberás tener en cuenta al exfoliar el cuerpo y dos de las zonas que más solemos exfoliar cuando termina el verano: la cara y las piernas.
¿Qué
tipos de exfoliación existen?
Si buscas con qué exfoliar la piel, ¡esto te interesa!
Podemos encontrar:
Exfoliación mecánica o física: la exfoliación se hace de forma manual, aplicando cremas o geles que tienen gránulos diminutos y que, al entrar en contacto con la piel con un suave masaje circular, exfolian la piel. Es la forma más frecuente de exfoliar la piel en casa.
Exfoliación química: la acción de agentes químicos sobre la piel (juntos o combinados, como el ácido cítrico, glicólico, láctico, salicílico, etc.) es la que realiza una exfoliación más profunda y eficaz. Es lo que también conocemos como “peeling químico”, y que, según la AEDV, se puede clasificar en: peeling superficial, medio o profundo.
Elige
el exfoliante adecuado
Existen productos exfoliantes para cada tipo de piel, así como para distintas partes del cuerpo. Según las características del grano y la composición, sólo servirá para esa zona indicada. Un exfoliante para piernas u otras partes del cuerpo tiene gránulos en forma de estrella y es más abrasivo, siendo capaz de actuar y exfoliar pieles más gruesas. En cambio, un exfoliante para la cara tiene microgránulos que se caracterizan por tener las puntas más redondeadas, para no dañar la piel del rostro, más fina y delicada que la del cuerpo.
En conclusión: no es lo mismo un exfoliante corporal que otro específico para la cara, ¡no los mezcles!
Cómo exfoliar
el cuerpo
Humedece antes la piel del cuerpo, ya que aplicar el producto sobre la piel seca puede causar irritación.
Realiza movimientos suaves, circulares y ascendentes para activar la circulación sanguínea.
Incide más en zonas más expuestas: codos, brazos, manos, pies… (y ojo en partes delicadas como los pechos).
¿Exfoliar antes o después de depilarse? Siempre se debe exfoliar antes de la depilación, uses el método que uses, para un resultado satisfactorio. La exfoliación es muy importante para eliminar los pelos encarnados y liberar el vello que ha quedado debajo de la piel.
Después de exfoliar, hay que hidratar siempre la piel del cuerpo, ya que queda más frágil y expuesta a agresiones.
Nunca exfolies la piel del cuerpo si tienes quemaduras solares, heridas u otras complicaciones.
Cómo
exfoliar la cara
Antes de exfoliar, realiza una buena limpieza del rostro, con productos específicos y suaves.
El exfoliante para la cara debe ser adecuado para tu tipo de piel: seca, mixta, grasa o sensible.
Aplica el exfoliante con las yemas de los dedos, haciendo un ligero masaje en círculos y haciendo hincapié en la zona T, pliegues de la nariz, barbilla…
Termina hidratando en profundidad la piel de tu rostro.
La piel de alrededor de los ojos y la de los labios es extremadamente sensible y delicada: si la quieres exfoliar, usa un exfoliante específico para estas zonas (nunca el exfoliante corporal ni el facial).
Cómo
exfoliar las piernas
Evita ejercer demasiada presión para que la piel de las piernas no se descame.
Puedes utilizar las manos o ayudarte de un guante de crin u otros elementos para la exfoliación que sean suaves (cepillos, etc.). Éstos también activan la circulación y tienen un efecto drenante sobre la celulitis.
El masaje debe ser circular, de arriba abajo, es decir, desde los tobillos hasta los glúteos (evitando las partes íntimas).
Utiliza agua templada o fría para retirar el exfoliante de las piernas y activar la circulación (¡nunca caliente, que reseca la piel!).
Un aspecto importante a la hora de cómo exfoliar las piernas es terminar el proceso con un aceite o crema hidratante, ya que la piel de las piernas bien exfoliada absorberá mucho mejor los productos.
Cosmética
natural para tu piel
Para después de la exfoliación, tanto facial como corporal, es esencial hidratar y darle los mejores mimos a tu piel con nuestra línea de productos naturales BIOCURA, pensada para cuidar todo tipo de pieles y con ingredientes 100% naturales. Crema hidratante, bálsamo de ducha, crema de manos, contorno de ojos, loción y leche corporal… ¡Una gran variedad de productos naturales ideales para después de exfoliar la piel!
Ahora que ya sabes cómo exfoliar la piel, ya tienes todos los elementos para tener una piel cuidada después del verano. ¡Solo tienes que ponerlo en práctica!
Fuentes:
Academia Española de Dermatología y Venereología
Neutrogena.es
Cuerpomente.com
Philips.es
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