Tu familia y amigos están de enhorabuena, porque… ¡te acabas de sumar a la moda de las piscinas desmontables! Y es que son la fórmula perfecta si no dispones de mucho espacio en el jardín y no quieres renunciar a darte un buen chapuzón este verano. Has oído hablar de niveles de pH y cloro, así como de filtros de agua y robots limpiafondos, pero no tienes ni idea de cuáles son las pautas necesarias para que los tuyos se bañen con total seguridad. ¡Que no cunda el pánico! Desde Aldi hemos elaborado una completa guía para que te conviertas en todo un experto en el mantenimiento de tu piscina desmontable. ¿Empezamos?
Aunque se trate de piscinas fáciles de montar, requieren de un cierto mantenimiento que garantice la higiene y salubridad en cada baño. A medida que pasa el tiempo, si no se limpia correctamente y de forma periódica, el agua va adquiriendo un color verdoso y turbio, debido a la proliferación de moho y millones de gérmenes. ¡Veamos cómo evitarlos! ¿La clave? Mantener el equilibrio químico del agua de la piscina. Así que, ¡haz pruebas asiduamente!
Es un coeficiente que indica el grado de acidez del agua de la piscina. Se mide cada 7 días, aproximadamente. Los expertos recomiendan que el pH esté situado entre 7,4 y 7,6. Pero, ¿qué sucede si los niveles de pH no son los apropiados? Cuando son muy altos estamos favoreciendo la aparición de bacterias perjudiciales para nuestra salud y, si son bajos, nos causan irritación en los ojos, nariz y piel.
Para comprobar que la medición sea la adecuada, emplea un test reactivo en kit, por su sencillez y bajo coste. Además, los resultados son instantáneos. Lo único que tienes que hacer es recoger una muestra del agua de la piscina, ponerla en un frasco y añadirle unas gotitas de sustancia reactiva. Esta cambiará el color del agua, luego solo tendrás que compararla con un código de colores. Fácil, ¿verdad? A continuación, veamos qué podemos hacer si el nivel de pH no se encuentra en la franja óptima:
Este elemento químico es fundamental para la desinfección del agua de las piscinas, porque impide el crecimiento de microorganismos nocivos, como bacterias, virus y hongos. El cloro puede encontrarse en varios formatos: líquido, en polvo o en pastillas. Para que el producto actúe eficazmente, los niveles de cloro deben situarse entre 0,5-1,0 partes por millón (ppm). Es decir, la dosis depende de los metros cúbicos de agua.
Para mantener una piscina desinfectada de forma segura, debes poner el cloro en una especie de dosificador o boya flotante, que evita que el elemento químico entre en contacto directo con las paredes de la piscina, ya que podría dañarlas. Asimismo, es indispensable que compruebes el nivel de cloro, al igual que el pH, con un test reactivo. Si el resultado nos da un nivel muy alto, sigue estos consejos para bajar el cloro: dejar de incorporar esta sustancia y filtrar de forma continuada, para lograr una evaporación más rápida. Para diluir aún más el compuesto te recomendamos que añadas más agua a tu piscina desmontable.
Es un básico. Para que el filtro continúe funcionando a la perfección, recuerda revisarlo a diario y limpiarlo con detenimiento, ya que es lógico que se llene de restos orgánicos y otros desechos. No olvides reemplazar el filtro por uno nuevo cada cierto tiempo.
Para una limpieza de 10, el agua de tu piscina desmontable debe circular cada día para depurarse de partículas e impurezas, así como para mantener alejadas las sustancias químicas. Por esta razón, es importante que dispongas de una bomba de filtración de calidad, que trabaje un mínimo de 12 horas al día.
La limpieza periódica y en profundidad del fondo y las paredes es una tarea imprescindible para el correcto funcionamiento de cualquier tipo de piscina. Hazla a diario, en especial, del suelo y la superficie de tu piscina desmontable. Para ello, te aconsejamos un cepillo para frotar las superficies y un aspirador o robot limpiafondos, ideales para acabar con toda la suciedad. En cambio, un accesorio recoge hojas te vendrá muy bien para limpiar la superficie del agua de insectos, hojas y otros residuos.
Si eres muy precavido/a cubre la piscina desmontable con una lona cuando no la uses, por ejemplo, cada noche. Para que esta medida preventiva tenga éxito, asegúrate de que la cubierta de plástico siempre esté limpia antes de utilizarla, porque si no conseguiremos el efecto contrario.
La ubicación repercute directamente sobre las tareas de mantenimiento de tu piscina desmontable. Elige un terreno firme, liso y sin desniveles. Que esté protegido del viento y, a poder ser, lejos de árboles y plantas, con el fin de evitar que caigan hojas dentro del agua.
El origen del agua es otro factor a tener en cuenta para un mantenimiento de tu piscina desmontable óptimo. De hecho, el agua que proviene de los pozos normalmente está mucho más sucia y es más difícil de tratar por sus niveles de cal y hierro. Por lo tanto, llena tu piscina desmontable con agua de red. Pero recuerda nuestros consejos de cómo ahorrar agua para tenerlos en cuenta.
Aunque parezca obvio es indispensable ducharse antes de entrar al agua. Es un hábito muy necesario para mantener el agua de la piscina limpia, una norma de convivencia básica que todos los bañistas debemos respetar.
Los fabricantes coinciden en que lo mejor es desmontar con cuidado la piscina y almacenarla en un lugar seguro cuando se termine la temporada. Así que limpia y seca en profundidad todos los componentes antes de guardarlos para el siguiente verano. También aconsejan emplear algún producto específico que impida la formación de algas. Lo óptimo sería repetir este proceso a mitad del invierno. Siguiendo estos consejos parecerá que estrenes piscina desmontable cada año. ¡Palaba de Aldi!
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