Cocinitas, no eres la única persona que se ha quedado embelesada alguna vez mirando cómo el chef de ese programa de cocina que tanto te gusta corta la verdura en daditos completamente idénticos. Lo sabemos porque nosotros también caemos rendidos a sus pies cada vez que lo vemos. ¡Bendito corte brunoise! Los trozos son tan perfectos que a veces nos hacen dudar si son reales o si han bajado del mismísimo cielo.
En ALDI hemos intentado reproducirlo, y lo cierto es que no nos ha ido nada mal. En realidad, para conseguir el corte brunoise perfecto, tan solo hay que tener en cuenta algunos truquitos importantes y seguir el paso a paso al pie de la letra como un auténtico pro de la cocina. ¿Te atreves a llevarlo a la práctica? ¡Vamos al lío!
Y tú te preguntarás: «eso del corte brunoise, ¿qué es exactamente?». Verás, mente curiosa, el corte brunoise es, nada más y nada menos, que una técnica de corte utilizada por amantes de la cocina de todo el mundo para formar dados de dos a tres milímetros de grosor con verduras, hortalizas y algunas frutas. La palabra «brunoise» tiene origen francés, como gran parte de la terminología culinaria, ya que Francia ha sido durante décadas la reina de la gastronomía mundial. Oh là là.
Esta técnica de corte, considerada por muchos una de las más difíciles de elaborar a la perfección debido a la importancia de que todos los dados tengan el mismo tamaño, mejora la presentación y asegura una cocción uniforme de los ingredientes. O sea, que gracias a ella tus platos quedarán más sabrosos y bonitos. Si es que es lo más.
La teoría parece sencilla, pero conseguir que todos los daditos sean del mismo tamaño tiene su miga. El primer paso es, obviamente, lavar y pelar (en caso necesario) la verdura que tengas entre manos. Después, cortarla en juliana, es decir, en tiras alargadas y muy finas. Finalmente, deberás cortar esas tiras de forma transversal, con lo que obtendrás daditos muy pequeñitos y uniformes. Estos son los pasos básicos para realizar este corte; sin embargo, no todas las verduras tienen la misma forma y, por lo tanto, algunas requieren pequeñas modificaciones en el proceso.
El ajo es uno de los ingredientes más utilizados para dar sabor a muchos platos. En algunas recetas, es necesario cortar esta verdura en brunoise, una tarea que puede resultar complicada debido a su tamaño. Para hacerlo, colocamos un cuchillo ancho sobre el diente de ajo y le damos un golpe que nos ayudará a pelarlo más fácilmente. ¡Ojo! No lo golpees muy fuerte para no machacarlo; recuerda que queremos cortarlo en brunoise, no hacer puré de ajo. Una vez pelado, tumbamos el diente y realizamos un corte horizontal desde la punta hasta casi alcanzar el extremo de la raíz, pero sin rebasarlo. Luego, damos varios cortes en vertical con los que dibujaremos pequeñas tiras y, finalmente, hacemos los cortes transversales que nos darán como resultado nuestros queridos daditos.
En este caso, pelamos y cortamos la cebolla por la mitad. El primer corte irá directo a quitarle el «rabito» situado en el extremo contrario a la raíz. Una vez hecho esto, en cada una de las dos mitades damos cortes en vertical, de arriba abajo, pero sin llegar hasta el final para que permanezca en una sola pieza. A continuación, hacemos cortes paralelos a la mesa y, para finalizar, damos algunos cortes transversales a los primeros. No te preocupes si al principio no te sale perfecto, tú sigue intentándolo; es la experiencia la que hace al maestro.
Con un pelador o un cuchillo, retiramos la piel de la zanahoria. A continuación, cortamos los dos extremos de la hortaliza y la dividimos en dos. Hecho esto, colocamos las mitades en vertical y hacemos cortes de arriba hasta bajo para lograr rodajas de unos 3 milímetros de grosor. Seguidamente, cortamos estas rodajas en juliana. (Si te ha entrado hambre, que sepas que la zanahoria tiene ahora la forma perfecta para dipear con un buen hummus de aguacate. Guiño, guiño). Y ya está, cocinitas, solo te queda hacer cortes transversales y… ¡tachán! Daditos de zanahoria on point.
También puedes echar un vistazo a nuestros consejos para cortar puerros, donde te explicamos diferentes cortes según su uso.
Una cosa está clara: lo más importante es tu seguridad. Para evitar heridas o roces en las manos al cortar tus verduras, esconde la yema de los dedos y pega los nudillos a la hoja mientras subes y bajas el cuchillo. De esta manera, no habrá forma de que el filo toque tus dedos y nos evitaremos más de un disgusto. ¡Ten este consejo siempre presente!
Para llevar a cabo esta tarea correctamente, necesitarás contar con tres factores esenciales: maña, experiencia y un buen cuchillo. Y no, no vale cualquier cuchillo. El mejor para realizar este corte es el cuchillo cebollero o de chef, una herramienta culinaria precisa ideal para cortes finos y uniformes. En su defecto, puedes emplear cualquier cuchillo que tengas por casa, siempre y cuando sea de punta estrecha. ¡Ah! Y que no se te olvide afilarlo, camarada.
Es importante que las verduras con las que trabajes sean de calidad, preferiblemente de temporada, y que no estén ni demasiado maduras ni demasiado verdes. Cuanto más frescas y firmes, más sencillo será el corte. Te recomendamos que visites la sección de verdulería de ALDI, así como las ofertas semanales que encontrarás en la web, para disfrutar de las mejores verduras al mejor precio. Inmejorable.
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