¡Habemus postre del verano! Esta maravillosa tarta de limón sin horno llega pisando fuerte, lista para colarse entre las primeras posiciones de tu ranking de dulces favoritos. Es cremosa, refrescante y no necesita pasar por el horno ni por los fogones para alzarse sobre su crujiente base de galleta. Además, en ALDI te traemos la versión sin gelatina, mucho más fácil y rápida. Si eres amante de los cítricos, pero tampoco puedes decirle que no a un dulce, este postre es un must en tu dieta veraniega. ¡Marchando una receta top!
Fácil
30min.
| 8 Raciones | |
|---|---|
| 400 ml | leche condensada |
| 250 g | queso crema |
| 200 ml | nata para montar fría |
| 150 ml | zumo de limón |
| 100 g | mantequilla |
| 100 g | galletas |
| ralladura limón | |
| rodajas limón | |
| chocolate blanco |
Si la vida te da limones, haz esta fantástica receta de pastel de limón sin horno.
¡Al ruedo, cocinitas! Saca las galletas de su escondite ―si son tipo María, mucho mejor― y tritúralas. Cuando veas que todas se han hecho trizas, colócalas en un bol junto con la mantequilla y la ralladura de limón. Después, mezcla los ingredientes con empeño. Una vez hecha la mezcla, introdúcela en un molde redondo de unos 22-25 cm de diámetro asegurándote de aplastarla bien para que quede compacta.
Mete el molde con la mezcla al frigorífico mientras llevas a cabo los siguientes pasos de esta receta de tarta de limón sin horno. Así, la masa se endurecerá antes y quedará crujiente. ¡Ñam, ñam!
Vas a necesitar otro bol, esta vez un poco más grande. En él, mete el queso crema, la leche condensada y la nata para montar fría; luego, bate hasta obtener una masa espesa. Agrega el zumo de limón a la mezcla sin dejar de batir para que el líquido se funda con el resto de los ingredientes, y finaliza este paso vertiendo la masa en el molde.
Alisa la superficie de tu tarta con una espátula. Si quedan burbujitas, con un soplete podrás hacer que desaparezcan. ¡Magia potagia!
Para la decoración del pastel, necesitarás chocolate blanco y limón en dos versiones: tanto en rodajas como en ralladura. Esparce la ralladura a tu antojo, coloca unas cuantas rodajas por aquí y por allá y ralla un trocito de chocolate blanco para que su sabor dulce contraste con la acidez del ingrediente principal. También puedes colocar un par de hojas de menta para que quede más bonita. Está mal que lo digamos nosotros, pero ¡ha quedado que ni pintada!
Mete tu obra de arte en el frigorífico durante, al menos, 5 horas. Esto hará que adquiera consistencia, se espese y no quede demasiado líquida cuando la sirvas. Te lloverán cumplidos. Palabrita. Visita ya tu supermercado ALDI más cercano y hazte con todos los ingredientes necesarios.
¿Te gustan los platos con ese sabor ácido tan característico de los cítricos? En la web de ALDI tienes un universo gastronómico repleto de recetas elaboradas con este tipo de alimentos. ¡Exprime nuestro apartado de recetas y pruébalas todas!
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