Consejos para escoger un melón en su punto

No queremos entrar en el fondo del asunto sin darte antes una breve clase de historia sobre el cucumis melo. Breve de verdad, palabrita. Son datos que te van a venir genial en esas sobremesas con colegas para demostrar que no eres un melón, nunca mejor dicho. ¡Apunta!

• Origen: Empecemos por el principio. Esta fruta tan dulce tiene su origen en África, aunque se dice que la India fue el primer lugar en el que se cultivó. Pero, ojo, España ha sido uno de los países que más han contribuido a la creación genética de nuevas especies, junto con China y Afganistán. ¡Vaya fruta tan internacional!
• Temporada: Si te preguntamos en qué meses se come el kiwi, quizás no lo tengas tan claro; sin embargo, la temporada del melón es bien conocida. No hay verano sin melón, esto es una ley no escrita. A partir de junio y hasta finales de septiembre, tenemos la oportunidad de llenar nuestra nevera con la fruta veraniega por excelencia, junto con la sandía, con la que compite codo a codo para hacerse con el trono.

Echa un vistazo a esta publicación en la que te contamos qué otras frutas y verduras son de verano y ¡descubre los sabores de la temporada!

Ya os hemos adelantado que, de vez en cuando, en la sección de frutería de ALDI vemos a los clientes dar golpecitos a los melones antes de meterlos en el carrito. ¿Qué notan exactamente al golpearlos? ¿Será la textura de la piel? ¿O tal vez el tono del sonido que se produce durante el choque? Al final, la curiosidad pudo con nosotros, nos pusimos a investigar y… ¡Resulta que nuestros clientes son unos genios! Al golpear el melón, se pueden escuchar tres tipos de sonidos: si es seco, está verde; si es hueco y vibrante, está maduro, y si suena demasiado apagado o sordo, está pasado. ¡A poner la oreja!

Si por mucho que pones la oreja no alcanzas a diferenciar el sonido (algo totalmente comprensible, ya que no es tarea fácil), prueba a fijarte en el color. Un melón completamente verde indica que aún no es momento de echárselo a la boca. Pero ¡atención! Si es verde y empieza a coger un tono amarillento en ciertas zonas, ¡no dejes que te lo quiten! Es el indicado, darling.

Ojito: las manchas amarillas demasiado extendidas no son señal de madurez, más bien indican que el melón ha estado mucho tiempo apoyado sobre esa zona. No quiere decir que esté malo, pero tampoco que esté en su punto óptimo de madurez. ¡Fíjate bien!

Si los otros dos trucos no te han dado resultado, ¡prueba este trucazo definitivo! Ponte los guantes que dejamos a tu disposición en ALDI y toca el melón todo lo que quieras. Para asegurarte al cien por cien de su madurez y despejar cualquier ápice de duda, apoya el melón sobre el extremo contrario al tallo y ejerce un poquito de presión con los dedos en la punta que queda mirando hacia ti. Si no cede ni un pelo, el melón que has elegido está verde; en cambio, si se ablanda ligeramente, estás de enhorabuena.

Después de seguir todos estos trucos, ya podrás disfrutar de un melón perfecto: sabroso, dulce y refrescante. ¡Lo dejamos en tus manos!

No olvides echar un ojo a nuestro folleto semanal para encontrar este u otros productos de oferta.

Una vez elegido, es importante que no tardes demasiado en consumir tu melón, ya que puede madurar demasiado y echarse a perder. Si ya has llegado a ese punto en el que el melón está demasiado maduro para tu gusto, que no cunda el pánico, no está todo perdido: utilízalo para preparar alguna receta, como unos politos de melón y chía o una sopa fría de melón con jamón. ¡Aquí no se tira nada!