A menudo el cuidado del cabello nos trae de cabeza… ¡y nunca mejor dicho! Puntas abiertas, sequedad, encrespamiento, fragilidad, tendencia a engrasarse, falta de brillo, caída excesiva, poco volumen… ¿Te suena? Hoy te contamos cómo cuidar el pelo, con los mejores trucos para tener el pelo perfecto durante todo el año. Pelo sano y brillante en 3, 2, 1...
Hemos recopilado los tips para el pelo que más te servirán a la hora de cuidarlo en todas las fases implicadas en la rutina: prelavado (sí, como el lavavajillas), lavado, secado…
Los pequeños detalles a la hora de cuidar el pelo son los que pueden marcar la diferencia en la salud, la vitalidad y el buen aspecto de nuestro cabello.
Aunque a veces vayamos con prisas y obviemos esta fase previa al lavado, es fundamental para que éste sea más efectivo y los productos para cuidar el cabello actúen mejor.
Cepíllate bien el pelo antes de lavarlo, cuando esté seco
El pelo en seco está más fuerte y resistente que cuando está mojado, por lo que es una buenísima idea desenredarlo y arrastrar los restos de productos capilares que podamos tener (lacas, geles,…). Con esta acción también activamos la circulación del cuero cabelludo y hacemos que el champú penetre mejor. Si el cepillo es de madera, te ayudará a evitar el encrespamiento.
Tratamientos pre-washing (al menos una vez a la semana)
En tu ritual de cuidado del cabello, deberías contemplar aplicar, de vez en cuando, algún tratamiento para tener un cuero cabelludo sano, siempre adaptado a tu tipo de piel y a sus necesidades: aceites esenciales, mascarillas purificantes y/o exfoliantes son los productos más frecuentes en este paso.
¿Qué utilidad tienen estos tratamientos? Algunos limpian con más profundidad el cuero cabelludo, otros protegen el cabello del lavado, otros potencian los productos que aplicarás después… ¡hay muchas opciones!
Es una de las fases más importantes de la rutina de cuidado e higiene del cabello. ¿Te lavas el pelo correctamente? ¡Descúbrelo!
Lava el pelo siempre que esté sucio, sea cuando sea, y con champú
La primera y más buscada pregunta sobre el lavado del cabello tiene relación con la frecuencia: ¿cada cuánto debo lavarme el pelo? La respuesta es simple: lo que tu cabello necesite. No es lo mismo un cabello normal que otro muy seco o con predisposición a engrasarse.
En ese sentido, la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) añade que hay que lavar el pelo cuando esté sucio, y advierte de los riesgos de la moda denominada “no poo” (una tendencia popularizada por celebrities que abogaba por no usar champú y lavarse el cabello solo con agua y otros elementos como bicarbonato y vinagre).
El lavado correcto, por favor
Es importante mojar el pelo antes de nada, con agua templada. Si la pones demasiado caliente, puedes irritar el cuero cabelludo y/o estimular la producción de glándulas sebáceas; si en cambio está demasiado fría, el cabello no se limpiará correctamente, pues la suciedad no se eliminará por completo.
Después, debes aplicar el champú por toda la cabeza (también en la nuca o detrás de las orejas, zonas a menudo olvidadas), asegurándote de que se esparce y cumple bien su función limpiadora. Algunos expertos recomiendan no verter el champú directamente en la cabeza, sino controlar la cantidad deseada pasando primero por las manos. Aprovecha este momento para hacer un ligero y gustoso masaje capilar con la yema de los dedos (¡no frotes bruscamente!).
Una vez aclarada la primera tanda de champú, hay quien recomienda volver a aplicar champú de modo más superficial para terminar de arrastrar la suciedad que haya podido quedar.
Aclarado abundante, ¡gracias!
Muchos de los problemas de encrespamiento, suciedad o apelmazamiento provienen de no aclarase bien el pelo durante el lavado. Es esencial hacer este paso a conciencia, para retirar cualquier resto de champú que haga que el cabello no se vea cuidado.
Aunque el agua debe estar templada, al final del lavado puedes terminar con un breve aclarado con agua algo más fría para darle un extra de brillo y a la vez estimular la circulación sanguínea (¡solo para valientes!).
Un champú adecuado para tu tipo de melena
Parece algo demasiado evidente, pero no lo es, y es un motivo muy frecuente para no lucir una melena perfecta. Hoy en día existen en el mercado una gran variedad de champús que se adaptan a las necesidades de cada pelo: para pelo graso, para pelo seco, para pelo teñido, anticaspa, para puntas secas y raíces grasas, para cabellos con canas… Porque cada melena es un mundo y tiene unas necesidades distintas.
Acondicionador y mascarilla o cómo nutrir el pelo bien
Una vez el cabello está limpio, es el momento de darle un plus de cuidados para que quede sedoso, brillante y con un aspecto más que saludable.
Por un lado, el acondicionador puede usarse a diario y su función es hidratar el cabello y facilitar su peinado y desenredado posterior (fundamental para evitar que se abran las puntas). Según cómo sea tu tipo de pelo, podrás aplicarlo por toda la melena (cabello muy seco) o solo en las puntas (cabello graso).
Por otro lado, con una fórmula más concentrada, las mascarillas aportan nutrición intensa al cabello, por lo que se recomienda aplicarla cada 15 días (o cuando indique el fabricante).
A pesar de que los y las estilistas recomienden dejar secar el pelo al aire como mejor tratamiento de cuidado del cabello, lo cierto es que sí puedes usar el secador, siguiendo estos consejos:
Retira antes el exceso de humedad y protégelo del calor
Envuelve con cuidado el cabello mojado en una toalla de algodón para que se absorba la humedad, antes de empezar a usar el secador. Es importante no frotar ni retorcerlo, ya que eso enreda más el pelo y lo rompe con facilidad.
Por otro lado, es esencial aplicar un protector térmico para atenuar los efectos dañinos que pueda tener el aire caliente sobre la estructura del cabello.
Mantén las distancias y ojo con la temperatura
No por acercarte más el secador terminarás antes. Si lo que quieres es tener un cabello cuidado, es importante que dejes una distancia de 15-20 cm entre el secador y tu cabello. Por otro lado, ajusta la temperatura a un nivel medio para evitar quemaduras innecesarias.
Con ritmo y movimiento
Otro punto importante respecto al secado del cabello tiene relación con la técnica: procura no estar mucho rato sobre el mismo punto para que el cabello no sufra ni se recaliente.
Los accesorios del secador (la boquilla, si tienes el cabello liso; el difusor, si lo tienes rizado) pueden ayudarte a repartir de forma equilibrada el aire, a protegerlo y a que el acabado quede más profesional.
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