Cómo abrir y limpiar las almejas. Adiós a la arena en tus platos

La almeja es un molusco bivalvo muy integrado en nuestra gastronomía. Al vapor, a la marinera, al vino blanco, al ajillo, en salsa verde, en salsa picante… Hay un sinfín de recetas en las que saborear unas buenas almejas, tanto solas o como ingrediente de otros platos. Pero… ¿qué podría estropear este preciado manjar? Bingo, ¡la arena! De hecho, hay incluso quien renuncia a cocinar almejas por no tener que limpiarlas o no masticar la desagradable arenilla que pueda quedar (¡crac!). Si ese es tu caso, enhorabuena: has llegado al post adecuado. Desde Aldi te contamos cómo limpiar almejas para que las disfrutes como se merecen. Y no más arena anymore.

Cuando compramos las almejas frescas, en realidad ya han pasado por un proceso de limpieza y depuración que, en teoría, las debería dejar listas para consumir. Pero lo cierto es que no siempre es así, a menudo nos encontramos que aún tienen arena (totalmente normal, pues viven enterradas en ella) u otras impurezas que hay que limpiar antes de cocinarlas.

La forma más conocida para limpiar almejas es, seguramente, la que consiste en limpiarlas en agua y sal. ¿Cómo?

1. Le damos un primer enjuague a las almejas con agua. Te recomendamos que el agua que utilices sea agua mineral, para que las almejas frescas no se contaminen con cal, cloro u otras sustancias que lleva el agua del grifo. Muy importante: retira las almejas que estén abiertas y las que floten, pues no están en buenas condiciones para ser consumidas.
2. Preparamos una disolución de agua mineral con sal (puede ser gorda o fina, aunque la fina se disolverá mucho mejor). Para los frikis de las cantidades exactas: pondremos 35 gramos de sal por cada litro de agua.
3. Ponemos las almejas en remojo en esta mezcla de agua con sal y las dejamos durante 1 hora en la nevera, para que el agua se mantenga fría. No recomendamos que estén más tiempo para que las almejas no absorban la sal y queden demasiado saladas, podrían estropear tu plato. Así, las almejas irán soltando la arena, que quedará en el fondo del bol. Si tienen mucha arena puedes ir cambiando el agua.
4. Pasado el tiempo de remojo, las volvemos a enjuagar con agua ¡y ya las tendremos bien limpias y listas para cocinar!

#AldiTruco: hay quien limpia las almejas con agua marina, que es un método natural de hacer que se abran y suelten la arena simulando su propio hábitat.

Otra manera de limpiar y quitar la arena a las almejas consiste en dejarlas en remojo en agua con gas. El proceso sería el siguiente:

1. Primero las pasamos por agua fría (mejor si es mineral) para darle un primer aclarado.
2. Ponemos las almejas en un bol y las cubrimos con el agua con gas.
3. Las dejamos en remojo entre 45 minutos y 1 hora. Veremos cómo se abren y sueltan la arena.
4. Después del último aclarado… ¡almejas limpias y listas para tus recetas!

Por último, debes saber que también hay quien añade un chorrito de vinagre al agua del remojo, tanto si las limpias solo con agua (sería una mezcla de agua con vinagre), con agua y sal, como si lo haces con agua con gas. El vinagre lo que hace es acelerar el proceso de limpieza de las almejas, haciendo que se abran antes. Recuerda pasarlas por agua al final para que el vinagre no interfiera en su sabor.

Si te pilla el toro y no has previsto un tiempo de antelación para el remojo, y necesitas quitar la arena de las almejas rápido, pásales un chorro constante de agua fría. No podemos asegurarte que vayas a quitar toda la arena, pero algo harás.

Otra solución para abrir las almejas sería hervirlas (después de hacer una primera limpieza con agua). Así se abrirán rápido y podremos deshacernos de la molesta arena cuando las colemos, y las tendremos cocidas para usar en los platos que queramos preparar.

Como te contamos en el artículo sobre cómo congelar almejas y otros mariscos, las almejas pueden congelarse sin problemas (mejor en crudo para que no pierdan sus propiedades nutricionales).

A la hora de limpiar almejas que previamente han sido congeladas tienes varias opciones, en función del tiempo del que dispongas.

Si eres previsor/a y tienes todo el tiempo del mundo para hacer el/la cocinillas:

1. Descongela las almejas poniéndolas el día antes en el frigorífico (importante: hay que cocinarlas justo cuando se hayan descongelado).
2. Límpialas con el método que prefieras para quitarles la arena (agua sola, agua con sal, agua con vinagre, agua con gas…).
3. ¡A cocinar!

Si en cambio no tienes tanto tiempo y quieres eliminar la arena rápido, te aconsejamos que las pongas congeladas en remojo con agua salada: mientras se descongelen irán purgándose y soltando la arenilla. Cuando ya estén limpias quizás tengas que abrirlas un poco con una cuchara o la punta de un cuchillo (con mimo, ¡por favor!).

En poco más de media hora tendrás una delicia muy típica de Venecia perfecta para cualquier ocasión. La combinación de la pasta fresca con almejas con ese saborcito que deja el ajo es sublime, sin más.

Para el veranito apetece un plan de playa con un arroz a la marinera como colofón, ¿verdad? Lo mejor de este arroz con almejas, mejillones, anillas de pota, langostinos y cigalas es, además de su sabor, su precio. Menos de 3,45€ por persona: ¡supéralo!

“Si un bon vivant quieres ser, un buen suquet de merluza y gambas has de comer”. Lo dice el refrán (que nos acabamos de inventar, por cierto), así que… ¡pruébalo y disfrútalo!