¿Compras anticipadas? Descubre cómo congelar marisco

¿Te imaginas una Nochebuena o una Navidad sin gambas, mejillones, langostinos y/o almejas? Si eres tan fan del marisco como nosotros y piensas que no puede faltar en tu mesa navideña, ¡estás de suerte! En Aldi te explicamos cómo congelar los distintos tipos de marisco con resultado de diez, para que te anticipes a las fiestas. ¿La gran ventaja de comprarlo con un poco de previsión? No solo te ahorrarás la larguísima cola la mañana del 24, sino que también pagarás hasta un 40% menos. ¿Te has acabado de convencer? ¡Toma nota!

Sí o sí los mariscos de concha, como las almejas, los berberechos, las navajas, las zamburiñas o los mejillones deben congelarse en crudo. ¿El motivo? Muy simple: perderían sus propiedades nutricionales. #AldiConsejo: cuidado cuando compres este tipo de especies, ya que si congelas un bivalvo que ya está muerto después podría estar en mal estado. Para evitarlo, selecciónalos con mucho mimo, asegurándote que las conchas están muy bien cerradas. Una vez en tu casa, lávalos con agua y congélalos bien sellados en papel film, bolsas de congelación o, preferiblemente, al vacío. Así, conservarán todo su sabor.

Para congelar con éxito a los protagonistas de las grandes mariscadas es muy importante que compres los crustáceos vivos y los cuezas justo antes de congelarlos. Después de la cocción (ten en cuenta que cada tipo de marisco tiene un tiempo específico recomendado) envuelve el crustáceo en un paño empapado con agua. Puedes usar el caldo mismo de la propia cocción, pero ten cuidado, ¡no vayas a quemarte! Posteriormente solo tienes que cubrirlo en papel film o meterlo en una bolsa de congelación, como te sea más cómodo. De este modo, evitarás que pueda entrar más aire de lo imprescindible. Voilà!

#AldiConsejo: para evitar que algunas especies como los bueyes de mar y los centollos pierdan todo su jugo mientras se congelan debes ponerlos siempre con las patitas mirando hacia arriba.

Si lo tuyo son los pequeños crustáceos es preferible congelar el marisco en crudo, sobre todo si piensas cocinarlos a la plancha. Sin embargo, ¿qué sucede con la cigala? Que si se congela en crudo seguramente se le ennegrezca un pelín la cabeza. Una alternativa es comerla cocida, por lo que no hay ningún problema en cocerla antes de congelarla. Si prefieres congelar los pequeños crustáceos, haz como en el caso anterior y séllalos a conciencia con bolsas de congelar o papel film. Evidentemente, al vacío mejor que mejor.

La respuesta es no. Ni las ostras ni los percebes se congelan con resultados óptimos, así que nuestro consejo es que los consumas bien frescos. ¿Por qué? Muy sencillo, simplemente porque pierden la mayoría de propiedades. Además, las ostras tienen un hándicap mayor, pues es extremadamente complicado saber si están muertas o no antes de meterlas en el congelador. Por lo tanto, siempre es mejor que te cures en salud.

En el caso de los grandes crustáceos, como los centollos, los bogavantes y las nécoras o bueyes de mar, puedes tenerlos congelados en perfecto estado de 3 a 4 semanas. No obstante, los pequeños crustáceos, como las cigalas, las gambas y los langostinos aguantan mucho más tiempo en el congelador sin perder un ápice de su calidad, pudiéndolos consumir hasta seis meses después de congelarlos. En cuanto al marisco de concha, ¿sabías que pueden pasar en el congelador hasta tres meses sin perder cualidades?

Al igual que el proceso de congelación del marisco, tienes que tener claros algunos conceptos antes de descongelarlo. ¿La clave? Diferenciar entre el marisco que ha sido cocinado previamente antes de congelar y el que no. Si quieres descongelar un producto que has cocinado previamente debes hacerlo en el frigorífico, con el objetivo de que el proceso se realice lentamente. #AldiConsejo: lo mejor es que saques el marisco del congelador un día antes de consumirlo. Igualmente, ten presente que te aguantará en la nevera entre dos y tres días en perfectas condiciones.

¿Y el marisco que has congelado en crudo? Al igual que el caso anterior se puede descongelar en el frigorífico, aunque es necesario cocinarlo justo en el momento que se haya descongelado.

Como ocurre con todo, cada maestrillo tiene su librillo. Hay paladares que prefieren disfrutar del marisco tal cual, ya sea a la plancha o bien cocidito. En estas ocasiones el éxito está asegurado si se cuenta con un buen producto y se respetan los tiempos de cocción, que varían dependiendo del tipo de marisco y el tamaño del ejemplar.

En cambio, una vez que tengamos el producto bien descongelado, hay quien prefiere degustar una sabrosa receta, como unas vieiras sobre crema de coliflor, un delicioso carpaccio de carabineros con brotes verdes o unos clásicos mejillones a la vinagreta. Si prefieres sabores más complejos, aventúrate con esta curiosa receta de carabineros confitados, con una crema de cebolla que está para chuparse los dedos. Prometido.

Si estás buscando ideas para estas Navidades, atrévete con nuestro suquet de rape y cigalas o el suquet de merluza y gambas. Que no te asusten los títulos, créenos cuando te decimos que es tan fácil como poner los ingredientes en una olla y dejar que hagan chup-chup. Como aperitivo, ¿qué te parecen unos gambones argentinos a la sal? Un plato sencillo que se llevará todos los halagos.

Ahora que ya sabes el secreto para congelar el marisco, cómo descongelarlo para que quede perfecto y algunas de las recetas más fáciles para dejar con la boca abierta a tus invitados, te esperamos en tu supermercado Aldi más cercano. ¿Por qué? Porque, al igual que tú, somos MUY fans del mejor marisco, al mejor precio.

Además, contamos con certificados de pesca sostenible (MSC), de acuicultura sostenible (ASC), ecológicos y GlobalGAP. Nuestro compromiso: cuidar los mares para que mañana podamos seguir ofreciéndote el mejor marisco. Por eso en nuestras tiendas nunca verás especies en peligro, protegidas o parcialmente protegidas. Lo dicho, ¡que en tu lista no falte marisco!