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Durante el embarazo, mantener una dieta equilibrada es esencial tanto para la salud de la madre como para el desarrollo adecuado del bebé.
En esta etapa, se recomienda seguir una dieta tipo mediterránea que incluya una gran variedad de alimentos saludables. Estos alimentos deben ser mayoritariamente de origen vegetal, como frutas y verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos y aceite de oliva.
También se deben incluir alimentos de origen animal, como lácteos, pescados, carnes magras y huevos, siempre que sean bajos en grasa y sal.
En cuanto a la hidratación, el agua debe ser la bebida principal.
La seguridad alimentaria es también crucial durante el embarazo para evitar riesgos biológicos o químicos que puedan afectar al feto o a la mujer embarazada. Por ello, es importante garantizar que todos los alimentos consumidos estén bien desinfectados y cocinados.
2. Carnes, pescados, mariscos y huevos crudos o poco cocidos: Son comunes las dudas sobre si se puede comer marisco en el embarazo, así como otras proteínas animales. La respuesta es sí, aunque para que sea seguro tienen que estar cocinados a una temperatura mínima de 70°C durante al menos 2 minutos.
3. Embutidos crudos curados no cocinados, como el jamón: Estos pueden traer consigo el riesgo de infecciones por listeria o toxoplasmosis que pueden ser graves para el feto y la madre.
Ahora, ¿te estás preguntando qué jamón puede comer una embarazada? Todo aquel que se haya congelado correctamente y en un buen congelador: al menos dos días antes a -20ºC grados o 3 días a -18ºC. Y siempre consultándolo antes con nuestro médico.
4. Carne de caza silvestre: Especialmente si ha sido abatida con munición de plomo, debido al riesgo de contaminación por este metal.
5. Vísceras y derivados refrigerados que se venden al corte: Como algunos patés. Los patés en el embarazo no se pueden consumir, especialmente los que se venden para conservar en frío, porque no se esterilizan y existe riesgo de infección por listeria.
6. Pescados marinados o ahumados no pasteurizados: Pueden contener parásitos como el anisakis que pueden provocar infecciones e intoxicaciones.
7. Pescados azules grandes: Como pez espada, tiburón, cazón, atún rojo o lucio, debido a su alto contenido en mercurio.
8. Cabezas y vísceras de mariscos: Como gambas, cangrejos y cigalas. Nos encanta chupar las cabezas de los langostinos, pero estas pueden contener cadmio, un metal pesado perjudicial en embarazos.
9. Huevos crudos y preparaciones con huevo crudo: Evitar salsas y mayonesas caseras, mousses, merengues, tiramisú, helados caseros y ponches de huevo.
10. Leche cruda y derivados como algunos quesos: Quesos frescos tipo mozzarella, quesos de pasta blanda madurados con mohos (Brie, Camembert, azul) y quesos curados no pasteurizados (Idiazábal).
11. Zumos naturales no pasteurizados: Los zumos naturales deben consumirse inmediatamente tras ser exprimidos.
12. Algas y recetas que las contengan: Pueden tener niveles elevados de yodo que pueden provocar problemas de salud en mujeres embarazadas.
13. Comida recalentada insuficientemente: Hay que asegurarse de recalentar la comida a una temperatura mínima de 70ºC durante, mínimo, 2 minutos.
14. Agua de pozos y manantiales no tratada: Puede estar contaminada con bacterias y parásitos.
15. Bebidas alcohólicas y energéticas: Pueden causar daños en el desarrollo del feto.
Existen algunos alimentos que no llegan a estar prohibidos en el embarazo pero que tampoco son recomendables para la salud de las embarazadas.
Algunos ejemplos son las comidas y bebidas azucaradas, los alimentos precocinados altos en grasas y en sal, la bollería, los aperitivos salados y la comida rápida.
Estos productos suelen ser altos en calorías, grasas saturadas no saludables y azúcares que pueden tener consecuencias en la salud de las embarazadas, como, por ejemplo, la aparición de la diabetes gestacional. Además, el alto contenido de sodio en alimentos procesados puede incrementar el riesgo de hipertensión arterial. Por eso es importante fomentar una dieta equilibrada que aporte nutrientes esenciales que benefician a la madre y al bebé.
Así pues, mantener una dieta saludable y segura durante el embarazo es fundamental para el bienestar de la madre y el desarrollo del bebé. Optar por alimentos frescos de la dieta mediterránea, bien cocinados y adecuadamente desinfectados ayuda a prevenir posibles riesgos y a promover una gestación saludable. ¡No olvides visitar la web de ALDI para conocer más contenidos sobre nutrición!
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