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El azúcar blanco, el azúcar moreno y la sacarina son tres edulcorantes que se emplean para endulzar alimentos y bebidas. Y, aunque todos cumplen esa función, existen diferencias entre ellos que a continuación vamos a detallar.
El azúcar blanco y el azúcar moreno son edulcorantes naturales que se conocen como sacarosa. A nivel nutricional no existen diferencias entre ellos, ya que ambos son iguales y proporcionan la misma cantidad de calorías, 4 kcal por gramo, porque están compuestos casi en su totalidad por azúcar, no son fuente de otros nutrientes.
Las diferencias se encuentran en el uso y en el color. El azúcar blanco es el que se utiliza más comúnmente en alimentos y bebidas. Por su parte, el azúcar moreno tiene un color más oscuro debido a la presencia de melazas residuales del proceso de elaboración, lo que le da un sabor ligeramente distinto, pero no lo convierte en fuente de nutrientes adicionales
El azúcar, tanto blanco como moreno, se extrae principalmente de dos fuentes: la caña de azúcar y la remolacha azucarera. La caña de azúcar es una planta tropical que crece en climas cálidos, como en América Latina, Asia y algunas regiones de África. Por otro lado, la remolacha azucarera se cultiva en climas más templados, como en Europa y América del Norte.
El proceso de obtención es similar en ambos casos. Primero, las plantas son cosechadas y sometidas a un proceso de extracción que libera el jugo de sus tejidos. Este jugo contiene sacarosa, que luego se purifica y cristaliza para obtener el azúcar que utilizamos en nuestra alimentación. Como resultado de este proceso se puede obtener azúcar blanco, cuando ha pasado por un refinado completo, o azúcar moreno, cuando conserva residuos de melaza, que le aportan su color característico.
La sacarina es un edulcorante artificial que no aporta calorías ni nutrientes. Es hasta 300 veces más dulce que el azúcar y es uno de los edulcorantes artificiales más utilizados en la industria alimentaria como sustituto del azúcar.
El origen de la sacarina se remonta a finales del siglo XIX, cuando fue descubierta accidentalmente por el químico Constantin Fahlberg mientras investigaba derivados del alquitrán de hulla. Aunque en sus inicios se obtenía de esta fuente, en la actualidad la sacarina se produce de manera sintética a través de un proceso químico que involucra la oxidación de compuestos como el tolueno o ácido antranílico. La sacarina es uno de los edulcorantes artificiales más antiguos, este fue el primero en comercializarse a principios del siglo XX.
Actualmente, los edulcorantes artificiales, en los que se incluye la sacarina, están autorizados para el consumo y su uso está estrictamente regulado, con revisiones periódicas por parte de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
Se aconseja limitar el consumo de azúcares añadidos a un máximo de 50 gramos diarios para adultos y 25 gramos para niños. Esto incluye tanto el azúcar añadido directamente por el consumidor como el que está presente en alimentos, bebidas y zumos. Un consumo elevado de azúcares se relaciona con un mayor riesgo de desarrollar obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Si quieres aprender más sobre cómo reducir tu consumo de azúcar, puedes consultar nuestro post sobre cómo dejar de comer azúcar o moderar su consumo.
La sacarina y otros edulcorantes, tanto artificiales como naturales, con o sin calorías, se emplean frecuentemente como sustitutos del azúcar. Y aunque el azúcar moreno contiene pequeñas cantidades de compuestos que le dan su sabor y color, su valor nutricional adicional es insignificante.
Además de tener en cuenta la cantidad de azúcar recomendada, es importante revisar las etiquetas de los productos, ya que muchos alimentos procesados contienen azúcares ocultos (bollería, dulces, lácteos, bebidas, alimentos precocinados, etc.). También es relevante señalar que los azúcares añadidos pueden presentarse bajo diferentes nombres, como maltosa, fructosa, jarabe de maíz, miel, sirope de arce o agave, entre otros.
En conclusión, si el consumo de azúcar se limita a lo recomendado, da igual que sea azúcar blanco, moreno, miel o cualquier otro edulcorante natural. Por ello, tampoco es necesario sustituirlos por edulcorantes artificiales, como la sacarina, aunque estos sean seguros.
Para obtener más información sobre cómo mantener un equilibrio adecuado en tu alimentación, visita nuestra sección de nutrición del blog. Si además buscas ideas para incorporar de manera responsable estos ingredientes en tus comidas, te invitamos a explorar nuestras recetas saludables y deliciosas.
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