El moho no es bienvenido en nuestro baño. Aun así, se las apaña para esquivar nuestros trucos y mejunjes de prevención hasta conseguir inmiscuirse en mamparas, juntas de azulejos, cortinas de ducha e incluso alfombrillas. Su aparición no es solo un incordio estético, también puede suponer un peligro para la salud dependiendo de la cantidad y del tipo de hongo que lo componga. Aunque hay aficiones para todos los gustos, nosotros preferimos pasar de analizar si se nos ha colado un Cladosporium o un Penicillium e ir directamente a la acción: eliminar el moho.
Ahora bien, la pregunta estrella: ¿cómo quitar el moho de la ducha y evitar que resurja? Si estás leyendo este artículo, es probable que ya hayas probado algunos productos sin mucho éxito. No obstante, debes saber que ganarle la partida al moho del baño es posible, y en ALDI te lo demostramos. ¡Vamos a ello!
Al moho le encanta la ducha, y no solo por la acumulación de humedad. Nuestro cuarto de baño es el lugar propicio para la aparición de hongos porque, además de ser húmedo, suele ser un espacio con poca ventilación, con nula luz solar directa y con materia orgánica de la que pueden alimentarse, como el yeso de las paredes o del techo y la silicona de las juntas de la ducha o la bañera.
¿Tu aseo reúne todas esas condiciones? So sorry, lamentamos informarte que tarde o temprano, si no llevas a rajatabla la limpieza de tu baño, tendrás a esos temidos hongos de inquilinos. Quédate con los tips que vamos a compartir a continuación, porque te van a ser más útiles de lo que piensas.
Sobre cómo eliminar el moho de la bañera o de la ducha habrás oído muchos bulos, y es probable que hayas probado varios de ellos sin conseguir resultados. Hasta hoy. Let’s go!
Si bien es cierto que la aparición de moho es un fastidio en cualquier lugar de la casa, el que surge en la zona de la pared de la ducha nos da todavía más rabia por dos razones: es más visible y más rebelde que el resto, pues se resiste a los limpiadores como ningún otro. Está hecho de otra pasta. Para acabar con él, te recomendamos verter en un pulverizador tres partes de agua y una de lejía, aplicarla sobre la zona y dejarla reposar unos diez minutos. Pasado ese tiempo, frota la mancha con un cepillo de dientes que no uses, haciendo especial hincapié en las juntas de los azulejos.
#ALDItruco de regalo: ¿la mancha se resiste? Prueba una mezcla más potente: coloca en un recipiente agua tibia y bicarbonato, ¡y al ataque!
Las juntas de silicona, esas grandes aliadas para evitar los escapes de agua, se convierten en enemigas cuando se impregnan de moho. ¿Qué hacemos con ellas cuando se ennegrecen a causa de este hongo?
Lo mejor es evitar que aparezcan, como siempre. Sin embargo, una vez detectados, no está todo perdido. La mezcla de bicarbonato, vinagre y jabón de Marsella líquido creará una espuma muy eficaz para acabar con ese color (y olor) tan feo que ha adquirido la silicona de nuestro baño con el paso del tiempo. Otra opción es utilizar amoniaco: vierte un tapón de amoníaco y agua fría en un pulverizador, rocía la mezcla y deja que actúe durante 15 minutos. Después, pasa una esponja, aclara y seca. No te olvides de hacer una foto del antes y el después para apreciar todavía más la diferencia. Say cheese!
Si no eres muy fan de los productos fuertes, puedes intentar hacer desaparecer la mancha de moho con vinagre blanco. Ni más ni menos. Suele funcionar en casos en los que los hongos están en su primera fase de crecimiento o cuando la mancha es superficial. No obstante, es posible que te toque echar mano de los productos de los que te hemos hablado antes si el moho está demasiado incrustado en tu ducha. El vinagre funciona, pero no hace milagros.
Como si de la lista de la compra se tratase, ten estos tips siempre a mano para vetar la entrada a tu ducha al moho. ¡Ya verás como los hongos se lo pensarán dos veces antes de volver! Además, estos consejos para el hogar también te ayudarán a mantener el resto de tu casa limpia y reluciente.
Paso 1: Ventila tu casa y tu baño siempre que sea posible. ¿Tienes ventanas? Ábrelas. ¿Puedes dejar la puerta abierta? Hazlo. Sobre todo después de ducharte. Una buena ventilación evitará que se acumule la humedad en tu ducha y te ahorrará más de un día de limpieza profunda. Paso 2: Coloca deshumidificadores en el baño para extraer la humedad después de darte una ducha o cuando sientas que el aire está cargado. Además, este aparato mejora la calidad del aire, lo que lo hace ideal para personas con problemas respiratorios, como el asma o las alergias. Paso 3: Da pereza, lo sabemos; pero es importante que hagas una limpieza profunda de tu baño de forma habitual. Los hongos son archienemigos de la lejía, así que es momento de convertirla en tu mejor aliado y utilizarla cada 10 días para dejar reluciente hasta el último rincón de tu ducha. Hola lejía, adiós moho. |
Esselt va a convertirse en tu aliado más poderoso contra el moho. Nuestra marca de droguería reúne los productos necesarios para que tu baño quede reluciente, desde lejía y amoníaco hasta artículos específicos para el aseo. ¿Y lo mejor? A precios para todos los bolsillos.
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