Técnicas y consejos para abrir una botella de vino con y sin abridor

Abrir una botella de vino es todo un ritual. El producto bien lo merece y la ocasión seguramente también. Y si no que se lo digan a nuestro amigo Dionisio. Para que la experiencia de tomar un buen vino sea 100% satisfactoria es vital que la temperatura de la botella sea la adecuada, además de la copa. Y que se cumplan a rajatabla otra serie de aspectos más evidentes, como la forma de abrir la botella y servirla.

Aunque el descorche perfecto depende directamente de tus habilidades, en ALDI te contamos todo lo que tienes que saber para abrir una botella de vino sin morir en el intento, con y sin abridor, para que solo te preocupes de quién dará el beneplácito. ¿Aceptas el reto?

Parece obvio, pero no lo es. Escoger el abridor apropiado es indispensable a la hora de abrir una botella de vino correctamente. Te aconsejamos que te decantes por aquel que vaya acorde a tu destreza. Ahora sí, sigue el paso a paso que te detallamos a continuación para convertirte en un verdadero sumiller:

La botella de vino siempre debe mantenerse apoyada, en posición vertical, encima de la mesa. A la hora de descorchar el vino es fundamental que la botella permanezca inmóvil y siempre con la etiqueta visible para el comensal. Sin duda, esta será su mejor presentación, la clave de un servicio perfecto.

Y, por ende, el corcho. En otras palabras, retira la cápsula ubicada debajo del gollete, que es la hendidura que se encuentra en la boca de la botella. Esta acción se realiza para que el vino no entre en contacto con la misma, puesto que esta puede contener restos de suciedad o incluso estar oxidada. Si no tienes un cortacápsulas específico, no te preocupes, puedes realizar el corte con la ayuda del sacacorchos.

Una vez tengas el corcho visible, ve introduciendo la espiral del sacacorchos en el centro del tapón. Insistimos, justo en el centro, nada de meter el sacacorchos en diagonal. Error. ¡Ah! Y bajo ningún concepto te excedas con las vueltas de más, ya que el abridor podría romper el corcho y hacer caer las típicas miguitas dentro. ¿Clarinete?

Abrir una botella de vino tiene su qué, en especial este mismo paso. Y es que para sacar el corcho hay que ejercer una ligera presión de la botella contra la superficie de la mesa y tirar con cariño hacia arriba. Hazlo con la misma dosis de sensibilidad que de esmero y, lo más importante, sin torcerte.

Una vez descorchada, limpia la boca de la botella con un paño seco. De este modo, te asegurarás que esta quede libre de impurezas y disfrutarás del vino como si no hubiera un mañana. Listo para servir.

Si no tienes sacacorchos o abridor también puedes abrir una botella de vino. Para que no te quedes sin maridar el filete de carne angus o el surtido de quesos que has preparado con tanta ilusión, te mostramos otros métodos alternativos y muy curiosos sin abridor que funcionan. ¡Toma nota!

Este sistema para abrir una botella de vino sin abridor consiste en empujar el tapón e introducirlo en su interior. Para este truco necesitarás un objeto con extremos redondeados, por ejemplo, un bolígrafo o el mango de una cuchara de madera o similar.

Coloca la botella en una superficie firme y lisa. Con una mano, sostenla con fuerza por el cuello y, con la otra, presiona con firmeza el corcho con el objeto en cuestión. Ve empujando con suavidad el tapón, hasta que la boca de la botella quede completamente liberada. Avisamos: el vino puede salpicar.

Abrir una botella de vino con calor es posible. Así pues, cocinitas, si te gusta cocinar con soplete, estás de enhorabuena. Lo único que tienes que hacer es poner en marcha el soplete y dirigir la llama al cuello de la botella. ¿La clave? Apuntar a la base del corcho a través del vidrio. En teoría, cuando la superficie de la botella se calienta, el tapón sale solo. ¡Atención! El tapón saldrá disparado, cuidado.

Para llevar a cabo este truco para abrir una botella de vino sin sacacorchos te hará falta un destornillador, un tornillo y unos alicates o un martillo con sacaclavos. Ármate de paciencia e introduce el tornillo (a poder ser que sea bien largo) en el centro del tapón, con la ayuda de un destornillador. Importante: deja un par de centímetros libres sobre el corcho. Ahora abraza el tornillo saliente con unos alicates y ve extrayendo el corcho, con mucha delicadeza. ¿Misión cumplida?

Si no sabes qué hacer cuando se rompe el corcho al abrir la botella de vino, en primer lugar, mantén la calma. Cuando hayas templado los nervios, intenta sacar el corcho restante desde diferentes ángulos. Como último recurso, cuela el corcho hacia dentro, pero ten presente que caerán pequeños fragmentos de corcho en tu vino favorito. Entonces, deberás tamizarlo con un filtro de infusiones o de café. Solucionado.

Por último, cabe destacar que, aunque normalmente se use el colador corriente de cocina para esta labor, es cierto que acostumbra a dejar algo de impurezas. Ahí queda eso.

Si quieres servir el vino como un experto en la materia, recuerda las siguientes normas: nunca apoyes la botella en la copa y no la llenes hasta arriba. En este sentido, se llena poco más de un tercio del tamaño de la copa, hasta que el vino quede un dedo por debajo de la curva de la misma. Toma ya.