Risotto de setas y gambas

Comenzamos la receta de risotto de setas y gambas calentando el caldo de pollo o de verduras en una cacerola, a fuego medio-bajo. ¿Nuestro objetivo? Que se mantenga bien calentito mientras seguimos con la preparación.

Ahora toca calentar el aceite de oliva y la mantequilla en una cazuela de unos 25 centímetros de diámetro aproximadamente. ¿Listo?

Cuando el aceite de oliva esté caliente y la mantequilla ya la tengamos bien derretida, debemos sofreír la cebolla con mucha paciencia. Sin duda, la paciencia es el ingrediente principal para que esta receta de risotto de setas y gambas esté de rechupete. Prometido.

#AldiConsejo: cuando sofrías la cebolla hazlo a fuego bajo, hasta que quede con un tono acaramelado. Para que te hagas una idea, esto puede suponer unos 40 minutos más o menos.

Añadimos las setas bien escurridas y le damos una vuelta de unos 2 minutos al conjunto. Salpimentamos. Después añadimos el vino o vermú blancos y dejamos que se evapore el alcohol. 

Ahora le toca el turno a uno de los ingredientes fundamentales de cualquier risotto: el arroz. Añádelo a la cazuela, a fuego medio, y remuévelo hasta que compruebes que las puntitas de los granos se van volviendo opacas (unos 2 minutos más, aprox.). ¿Sabes qué? Es justo en este momento que el arroz del risotto está en su punto justo para absorber todos los sabores del mundo mundial. 

Incorporamos un par de cucharones de caldo caliente al arroz y removemos constantemente hasta que absorba todo el líquido. Vamos repitiendo el proceso hasta que el arroz esté al gusto. Puede llevarnos entre 15 y 20 minutos. Todo dependerá de la variedad de arroz que hayamos utilizado. 

Agregamos al arroz, con mucho mimo y delicadeza, el queso parmesano y mantequilla al gusto. ¿Cómo huele el risotto de setas? Mmmhhhh…. ¿Ya se te está haciendo la boca agua? Lo confesamos, nosotros estamos fall in love desde el momento de echar el arroz. 

Retiramos la cazuela del fuego y dejamos reposar el risotto durante 1 minuto, aproximadamente. Paciencia, my friend, ya queda nada para impresionar a tus comensales o a tu querido paladar con esta riquísima receta de risotto con setas y gambas. ¿Seguimos?

Mientras, salteamos las gambitas en una sartén con un poco de aceite de oliva y salpimentamos al gusto. Tic, tac, tic, tac… Qué aroma. Ahora sí que sí, ¿verdad?

Emplatamos y disponemos las gambas encima de cada ración. Oh-My-God. Finalmente, espolvoreamos con perejil o un poquito de cebollino picado, como prefieras. ¡A la mesa! ¿A que hacer risotto con setas y gambas no es tan difícil? Lo has conseguido. Bra-vo.

Un buen risotto ha de quedar cremoso, pero no caldoso, se ha de poder comer con tenedor y el arroz debe estar blandito por dentro y ligeramente crujiente por fuera. Casi nada. Y tú, ¿ya le has pillado el punto justo al arroz? ¿Se te resiste la receta de risotto? ¡Cero dramas! Aquí tienes algunos tips para que esta preparación italiana no tenga ningún secreto para ti. Veámoslos:

Para elaborar un risotto con un sabor y textura perfectos hay que poner especial atención a una serie de pasos, que son los siguientes: la “tostadura” del arroz (cuando hacemos el sofrito de cebolla y tostamos ligeramente el arroz), la “sfumatura” (cuando echamos el vino y dejamos que el alcohol se evapore) y la “mantecatura” (cuando añadimos la mantequilla y el queso parmesano).

Ya ha quedado claro que a la hora de cocinar el risotto no podemos perder de vista el arroz. Y es que hay que vigilarlo constantemente y removerlo cada vez que vayamos añadiendo el caldito. Vaya, por si no te había quedado claro: el risotto hay que removerlo siempre. Así durante todo el tiempo de cocción del arroz. De este modo, conseguiremos que el almidón vaya saliendo poco a poco y le dé la cremosidad correcta al arroz. Nuestro objetivo es conseguir un arroz untuoso, así que toca remover y remover, con gracia y salero.

Seguramente sea un consejo desconocido para ti. Y también para la gran mayoría de la humanidad. Porque este es un tip de los cocineros con estrella, de los que cuesta contar. Así que créenos cuando te decimos que el toque final de una buena receta de risotto es echarle una gota pequeñísima de vinagre cuando ya está listo. Aquí tienes el motivo: el vinagre permite bloquear la cocción del arroz y potencia mucho su sabor. Pruébalo y, si puedes resistirte, guárdanos el secreto.

Tsss, tssss… ¡Saciamos tu afán de cocinitas! Si eres muy fan del arroz y la pasta, ¿qué tal si te animas con nuestras recetas made in Aldi? Pásate por nuestra sección, porque hay para todos los gustos. Palabrita. El único denominador común de todas ellas es que son ideales para llevar una dieta equilibrada, con productos de calidad y al mejor precio. Lánzate y ¡dale un twist 180º a tu vida!

¡Ah! Volviendo a la paella… Aquí tienes una mini guía con los mejores trucos para que el arroz de la paella quede suelto y muy sabroso. ¡No podía faltar!