¿Sabías que puedes preparar un plato digno de restaurante sin necesidad de encender el horno? Los filetes de lubina en salsa verde son una alternativa perfecta: clásicos, fáciles de hacer y con un sabor espectacular. Además, puedes darles un toque especial añadiendo almejas o algún otro marisco que tengas a mano. Así que, cocinitas, ponte el delantal porque esta receta promete ser la estrella de tus comidas.
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Fácil
40min.
4 Raciones | |
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Ingredientes: | |
4 | filetes de lubina o dorada |
1/2 | cebolla |
2 dientes | de ajo |
100 ml | vino blanco |
200 ml | caldo de pescado |
1 cda | maizena |
12 | almejas |
AOVE | |
sal | |
perejil | |
puntas de espárragos en conserva |
Para empezar, seca los filetes de lubina con papel absorbente y añade una pizca de sal por ambos lados. Así lograrás que queden jugosos y bien sazonados.
Puedes sustituir la lubina por dorada o cualquier otro pescado blanco que prefieras.
En una cazuela grande y ancha, añade un chorrito de AOVE y sofríe los dientes de ajo picados. Después, incorpora la media cebolla picada y cocina a fuego medio hasta que esté tierna y dorada.
Disuelve una cucharada de maizena en 100 ml vino blanco y añádelo a la cazuela. Remueve bien para evitar grumos y cocina durante un par de minutos. Luego, vierte el caldo de pescado y deja que la mezcla se cocine a fuego lento hasta que la salsa espese ligeramente. ¡Ya casi lo tenemos!
¡Vamos con el ingrediente protagonista! Añade perejil fresco picado a la salsa y coloca los filetes de lubina sobre ella. Si has decidido usar almejas, este es el momento de incorporarlas. Antes de nada, asegúrate de limpiar las almejas para que no tengan ni pizca de arena. Después, cubre la cazuela con una tapa y deja que todo se cocine a fuego lento durante unos minutos, o hasta que las almejas se abran y el pescado esté perfectamente cocido.
Si las almejas no se abren, no intentes forzarlas; es mejor descartarlas para evitar sorpresas desagradables.
Cuando el pescado esté listo, incorpora las puntas de espárragos en conserva y espolvorea un poco más de perejil fresco. Rectifica el punto de sal si es necesario.
Sirve tus filetes de lubina en salsa verde directamente en platos hondos, asegurándote de repartir bien la salsa. Acompaña con un buen trozo de pan para aprovechar cada gota de esta delicia. ¡Y a disfrutar como si estuvieras en la costa!
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