¿Sabías que al bacalao se le conoce como “el rey del norte”? Este título se le atribuye porque habita en las zonas de los mares Báltico, Norte y Atlántico, lugares conocidos por ser fríos y movidos. Desde allí, llega a nuestras cocinas para deleitarnos con su sabor tan característico en platos como el que te traemos hoy: bacalao con garbanzos y espinacas. Menuda combinación. Esta receta calentita te va a despertar los cinco sentidos de una cucharada. ¡Se nos hace la boca agua solo de pensarlo!
Media
50min.
4 Raciones | |
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Ingredientes: | |
300 g | bacalao desalado |
300 g | garbanzos secos |
250 g | espinacas |
2 dientes | de ajo |
1 | cebolla grande |
1 | huevo |
1 | rebanada de pan |
pimentón dulce | |
aceite de oliva | |
sal |
Hoy vamos a enseñar a tus comensales quién corta el bacalao en esta cocina con un plato que nos calienta hasta el alma: la receta de garbanzos con espinacas y bacalao. Este potaje está bien arraigado a nuestra tierra debido a tradiciones religiosas como la Cuaresma, una celebración en la que se prohibía comer carne durante 40 días. En la actualidad, ya no lo comemos como sustituto, sino como plan A para esos días en los que el frío y la lluvia piden a gritos platos de cuchara. Además, esta receta aprovecha las propiedades del bacalao, un pescado rico en proteínas y bajo en grasa que, combinado con los garbanzos y espinacas, nos ofrece una comida completa y nutritiva.
Sin más dilación, comenzamos: tras haber dejado los garbanzos toda la noche a remojo, lávalos para eliminar impurezas.
Una vez limpios, hierve agua en una olla y déjalos cocer durante una hora y media o dos horas a fuego lento. Si utilizas una olla express, bastará con 20 minutos a remojo. En este post encontrarás toda la información sobre tiempos para cocer garbanzos en olla tradicional o en olla exprés.
Cuando el reloj juega en tu contra, puedes optar por comprar un bote de garbanzos ya cocinados y añadirlos al final de la receta. Eso sí: no olvides lavarlos bien para deshacerte de la gelatina que los acompaña.
Corta la cebolla en juliana, asegurándote de que los trozos queden bien pequeños, y haz lo mismo con uno de los ajos; el otro, simplemente, pélalo. Acto seguido, fríe los ajos en una sartén con aceite y retira el que has dejado entero cuando se empiece a dorar. Resérvalo para más tarde. Hecho esto, coloca la cebolla en la sartén para dejarla sofreír junto al ajo picado. Cuando veas que la verdura se ha pochado, apaga el fuego y añade una cucharada de pimentón. ¡No dejes de remover!
Todo el mundo lo ha hecho alguna vez, y es que hacer un huevo cocido es tan sencillo como dejarlo en una olla con agua hirviendo durante algunos minutos. No hace falta ser un lumbreras de la cocina. También está la opción, todavía más fácil, de cocer el huevo en el microondas. Ficha tu variante fav y al lío.
Recuerda que, para cocer un huevo en el microondas, es imprescindible que primero le quites la cáscara. De lo contrario, es más que probable que explote. ¡Boom!
Coloca la olla con los garbanzos que hemos utilizado al principio en el fuego a nivel medio. En ella, vierte el sofrito y las espinacas, así como un pelín de sal. Verás que las espinacas empiezan a reducir su tamaño notablemente. Es hipnótico. Déjalos cocinándose durante un par de minutos más.
¡Dejen paso al rey del norte! Ha llegado la hora de incluir el ingrediente principal de nuestro plato: el bacalao. Quita la piel de este pescado blanco y desmígalo para prepararlo bien antes de introducirlo en la olla. Recomendamos comprarlo ya desalado; pero, en el caso de que hayas comprado el pescado de salazón, puedes desalarlo a remojo durante un día entero, cambiando el agua cada 6 horas. Truquito infalible.
En una sartén con aceite, dora una rebanada de pan por ambos lados. Luego, colócala en un mortero y machácala junto con el ajo entero que habías sofrito al principio. En cuanto esté bien machacado, incorpóralo a la olla. ¡No sabes el sabor tan rico que va a darle esta mezcla a tu potaje!
Pela el huevo cocido y córtalo en trocitos. Intenta que no sean demasiado grandes para que no te entorpezcan al meter la cuchara, ni demasiado pequeños para que puedas disfrutar de todo su sabor.
Un par de minutos después de haber añadido el huevo duro, apaga el fuego y deja tu potaje dos o tres minutos más en la olla para que todos los ingredientes se asienten bien. Pasado ese tiempo, sirve bien caliente y humeante en un plato hondo. ¡Qué aproveche!
¿Te ha gustado esta receta de bacalao con garbanzos y espinacas? Pues si te has quedado con ganas de más, te invitamos a que visites nuestro blog, donde encontrarás recetas tradicionales y modernas, para cualquier momento del día o para ocasiones especiales. ¡Tenemos ideas para todos los gustos!
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