Verdura, hortaliza y fruta. ¿Cuáles son sus principales diferencias?

¿Qué diferencia hay entre verdura y hortaliza? ¿Y la fruta? Ponte a prueba. ¿El tomate es una fruta o una hortaliza? Tic, tac, tic, tac…Solución: aunque hay mucha controversia, es una fruta según la clasificación botánica y una hortaliza según la culinaria. Tras esta pregunta trampa, ¡que levante la mano quién tenga claro las diferencias entre verduras, hortalizas o frutas! Que no te dé corte, porque es habitual que estos términos generen confusión, incluso en el ámbito gastronómico, médico o comercial.

En cambio, ¿cuál es su denominador común? Facilísimo. Son alimentos muy saludables y, por lo tanto, nunca deben faltar en tu dieta. A ti, amante del saber, te regalamos este post para saber identificarlos a la perfección. Porque el saber no ocupa lugar. ¡Allá vamos!

Según el Código Alimentario Español (CAE), “las hortalizas son cualquier planta herbácea hortícola que se puede utilizar como alimento, ya sea en crudo o cocinado”. La Real Academia Española simplifica un poco su definición, “una hortaliza es una planta comestible que se cultiva en las huertas”.

Grábate a fuego que las hortalizas incluyen las verduras, así como las legumbres. Sin embargo, no se consideran hortalizas ni los cereales ni la fruta. Son parte fundamental de nuestra dieta y se recomienda tomar un mínimo de 400 gramos de hortalizas al día. En definitiva, hortaliza sí es sinónimo de salud.

Las hortalizas se clasifican por su origen, es decir, en función de la parte de la planta a la que pertenecen. Los tipos más comunes son los siguientes:

• Tubérculos: son de las hortalizas más sabrosas y a nivel nutritivo las que contienen más cantidad de hidratos de carbono. Entre los más consumidos destacamos la patata y el boniato.
• Raíces: como su nombre indica, se trata de las raíces comestibles de una planta. Las zanahorias, el rábano y la remolacha pertenecen a este grupo que, a su vez, se puede subdividir en hortalizas amarillas u hortalizas de otros colores.
• Tallos: también conocidos bajo el nombre de hortalizas de tallo, es la parte de la planta que sostiene a las flores y los frutos. ¿Algunos ejemplos? El apio y los espárragos.
• Flores: en este caso, los órganos florales de la planta se consideran aptos para el consumo. Se encuentran de muchos colores y texturas, por ejemplo: las alcachofas, el romanesco, la coliflor o el brócoli.
• Frutos: es donde se encuentra las semillas de la planta, como en el caso de los pepinos o pimientos. Aquí seguimos con el debate del tomate, y continuaremos más adelante…
• Bulbo: son hortalizas que tienen la particularidad de crecer bajo tierra y dejan ver en la superficie una planta que no se utiliza para la alimentación. Los ejemplos más claros de esta tipología de hortalizas son el ajo y la cebolla.
• Semillas: dentro de este grupo se pueden definir dos tipos de hortalizas. En primer lugar, las semillas propiamente dichas, como el lino y el sésamo, cuyo consumo cada vez está más generalizado. Y, en segundo lugar, las denominadas legumbres o semillas verdes (guisantes, garbanzos, alubias, entre otras).
• Verduras: espinacas, acelgas o lechugas son algunos ejemplos de esta categoría. En definitiva, las verduras son las hortalizas de hojas verdes, es decir, la parte verde de los vegetales que existen en un huerto. 

Teniendo en cuenta el CAE, “las verduras son las hortalizas en las que la parte comestible está constituida por sus órganos verdes (hojas, tallos, inflorescencia)”. Por lo tanto, podemos concluir que todas las verduras son hortalizas, pero no todas las hortalizas son verduras. Además de las espinacas, acelgas y distintas clases de lechugas, tienes muchas variedades de verduras: el kale, los berros, las endivias y la rúcula, por ejemplo. Consulta nuestro post si quieres conocer las verduras que no producen gases y las que si.

Se denomina fruta al “fruto, la inflorescencia, la semilla o partes carnosas de órganos florales que hayan alcanzado el grado de madurez y sean adecuadas para el consumo humano”, según el Código Alimentario Español. En otras palabras, es el fruto comestible de ciertas plantas cultivadas.

Teniendo en cuenta esta definición, el albaricoque, plátano, naranja, arándanos, fresa, manzana, melocotón, higo, frambuesa, piña y cerezas son algunos ejemplos de frutas.

Existen muchos tipos de clasificaciones de las frutas. Desde Aldi hemos seleccionado las siguientes para que puedas hacerte una idea bastante completa de la variedad de fruta que existe en el mercado:

Según el grado de acidez:

• Frutas ácidas: como su nombre indica, incluyen ácidos beneficiosos en su composición. Algunos ejemplos son: la naranja, limón, kiwi, pomelo, arándano, tamarindo, piña y uva.
• Fritas semiácidas: de sabor suave, un poco ácido, tales como la fresa, frambuesa, mandarina, melocotón, mango, membrillo, ciruela y níspero (en función de su variedad).
• Frutas neutras: ni dulces ni ácidas, en esta categoría encontramos frutos de cáscara dura y frutos secos. El aguacate y el coco pertenecen a este grupo.
• Frutas dulces: son todas las frutas que no contengan ácidos o que los tengan en niveles mínimos. Por ejemplo: la cereza, plátano, pera, melón, dátiles, grosellas, granada, higos, chirimoya y la reina de las frutas de verano, la sandía.

Según sea el fruto:

• Drupas: son las frutas que poseen un hueso duro en su interior, recubierto por una capa carnosa comestible. Melocotón, albaricoque, mango, ciruela, cerezas…
• Pomáceas: tienen pepitas protegidas por una extensión carnosa. Son un ejemplo de esta tipología: las manzanas, peras y el membrillo, todas ellas frutas de otoño.
• De grano: sus verdaderos frutos tienen apariencia de semillas y están ubicados en su interior carnoso. Es el caso de las fresas, higos y granadas.

Otras clasificaciones:

• Cítricos: tienen un intenso sabor ácido, porque son muy ricos en ácido cítrico, de ahí su nombre. También contienen altos niveles de vitamina C. El limón, la naranja, el pomelo, la mandarina y la lima son algunos de los ejemplos más comunes.
• Frutas tropicales: proceden de las regiones tropicales y requieren de mucha humedad y una temperatura cálida para poder desarrollarse. Dentro de este grupo encontramos: la piña, coco, mango, kiwi, plátano, chirimoya, papaya, guayaba, kaki, aguacate y granada.
• Frutas del bosque: se recolectan de plantas silvestres y no de cultivos. Normalmente son bayas, que crecen en regiones frías o templadas: arándanos, moras, cerezas, grosellas y frambuesas.

• Frutos secos: es toda aquella fruta que en su composición natural tiene un porcentaje de agua inferior al 50%. Los pistachos, castañas, almendras y avellanas forman parte de este grupo.

¿Ya tienes claro las diferencias entre verdura, hortaliza y fruta? Hemos visto a lo largo del post que el término verdura y hortaliza no son sinónimos, aunque la mayoría de veces se utilicen erróneamente como tal. Y también hemos remarcado que casi siempre se usan con un significado inexacto. En este sentido, repetimos que las verduras son un tipo de hortalizas, concretamente las que la parte comestible está constituida por sus órganos verdes. Por lo tanto, hortaliza es una palabra mucho más amplia. ¡Aclarado!

Otras veces son las frutas las que dan lugar a confusión, principalmente con las hortalizas que contienen semillas (tomate, pepino, berenjena, pimiento…). ¿Son frutas u hortalizas? Ya hemos comentado que la fruta es la parte de la planta que surge a partir de una flor, parte que contiene semillas. Pero sucede que hay hortalizas que contienen semillas, como hemos mencionado en el apartado “Tipos de hortalizas”. De ahí la controversia. No obstante, podemos estar muy tranquilos, porque a lo largo de los años ha habido siempre confusión con todos estos vocablos.

Aunque no sea nada sencillo, esperamos haber aclarado un poco más estos conceptos.

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¿Y de postre? Lo tenemos clarinete. Acertarás con un batido de plátano o crumble de almendras y fresas. Palabrita de Aldi.