Curiosidad al canto: aunque el bicarbonato de sodio se puede producir de forma artificial en laboratorios, también se obtiene de un material llamado natrón que se encuentra en plena naturaleza desde tiempos inmemorables. ¿Tenías este dato? Pero no es esto lo que lo hace tan especial. Lo más alucinante del bicarbonato de sodio es su capacidad para resolver cientos de problemas cotidianos. No, no exageramos: estos polvos mágicos sirven para limpiar, cocinar, como cosmético… ¡y la lista sigue!
En ALDI, hemos reunido los usos del bicarbonato más útiles en esta pequeña guía para que puedas aplicarlos en tu día a día y hacer tu vida más fácil. A partir de ahora, vas a tener un bote de bicarbonato de sodio siempre a mano.
Para limpiar el horno, la freidora de aire, el microondas… No hay ni un solo electrodoméstico que se le resista al bicarbonato de sodio. Su composición lo convierte en el producto perfecto para eliminar manchas de grasa y neutralizar los olores, justo lo que necesitan nuestros electrodomésticos más usados. Cuando quieras pasar a la acción, prepara una mezcla de bicarbonato y agua y, con la ayuda de una esponja, trata de deshacerte de las manchas más difíciles. Es importante que dejes actuar la mezcla el mayor tiempo posible, incluso toda una noche. Eso sí, asegúrate de que tus electrodomésticos estén apagados y desconectados antes de darle al frote. La seguridad siempre es lo primero.
¿A que esta no te la sabías? El bicarbonato de sodio también sirve para dejar relucientes tus colchones. Sí, nos referimos a esos manchurrones que tanto cuestan de eliminar. El proceso es muy sencillo. Antes de empezar, limpia el colchón con un paño, agua y jabón y deja que se seque la tela. Después, tan solo tienes que echar bicarbonato por todo el colchón, mostrando generosidad en las zonas con manchas más complicadas, y dejarlo reposar durante unas horas para que actúe. ¿Ya has llegado hasta este paso? Solo te queda aspirar bien el polvo que ha quedado con una aspiradora y abrir las ventanas para ventilar la habitación, como haces cada mañana. ¡Estupendísimo!
¡Adiós, hedor a sudor! ¡Ciao, olor a humedad! Con nuestro queridísimo bicarbonato de sodio, puedes deshacerte de los malos olores de la ropa en un periquete. Sumerge la prenda en un recipiente con abundante agua y un par de cucharadas de este producto mágico. No la saques en toda la noche para que el bicarbonato penetre en la tela y cumpla su función. Cuando te despiertes, mete la prenda a la lavadora y lávala como de costumbre. Voilà! En esta tarea de limpieza también te puede ayudar el maravilloso vinagre de manzana, pues añadiendo un cuarto de taza de vinagre en el cajón del suavizante de la lavadora conseguirás que no quede ni rastro del mal olor.
El bicarbonato no sólo elimina los malos olores de la ropa, sino que también mantiene a raya el olor a sudor de nuestro cuerpo. Vamos, que es un desodorante natural de primera. Mójalo en agua para conseguir una pasta moldeable y aplícatelo en las axilas después de asearte. No desprende ningún aroma, pero neutraliza el olor a sudor de forma efectiva.
No, el bicarbonato no te va a dar un masaje de pies cuando llegues de trabajar, pero sí ayuda a que se relajen después de un día ajetreado yendo de aquí para allá. Es muy simple: prepara una cubeta con agua caliente y añade cinco o seis cucharadas de bicarbonato de sodio (¡no te cortes!). Una vez añadidos los polvos, sumerge los pies durante, al menos, 15 minutos. ¡Relax en estado puro! Y si después de este spa improvisado consigues que alguien te dé un masaje en los pies, te irás a dormir como un niño pequeño. ¡A gustísimo!
Los usos del bicarbonato nunca dejarán de sorprendernos. Resulta que estos polvos que normalmente guardas en el cajón de la limpieza también sirven para cocinar recetas muy sabrosas. ¡Increíble! El bicarbonato ayuda a que las masas queden más esponjosas y a potenciar la textura de las galletas, por ejemplo. Un toque por aquí, otro por allá... ¡y la magia está servida! Atrévete a probarlo y verás cómo tu lado más repostero se despierta... Palabrita de ALDI.
>> ¿Creías que eso era todo? De eso nada, monada. Estos son solo algunos de los usos más útiles del bicarbonato, pero este producto sirve para resolver un sinfín de problemas más. Con él, también podrás limpiar el fregadero, eliminar las manchas de tu sofá de tela o quitar el moho de la ducha. ¿Hay algo que no puedan hacer estos polvos mágicos?
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