Albóndigas de soja texturizada veganas

Si alguna vez has cocinado soja texturizada, sabrás que lo primero que hay que hacer en cualquier receta que contenga este ingrediente es hidratarla. Para ello, ponla a remojo en agua durante unos 15 minutos y observa cómo cambia de tamaño. Después, con un colador, extrae el exceso de agua y escúrrela bien. Venga, ¡cojamos ritmo!

¿Y ahora? Pues en una sartén con un chorrito de aceite, una pizca de sal, pimienta y ajo en polvo, tendrás que saltear la soja texturizada. Es importante que añadas especias, ya que la soja texturizada por sí sola tiene un sabor neutro y necesita de la pimienta y otras hierbas para potenciar su sabor. ¿Tenías este dato?

Let’s go! Una vez se haya dorado la soja texturizada, agrega dos cucharadas de tomate triturado al salteado. Pasados unos minutos, cuando el tomate ya se haya integrado con la soja y esté bien mezclado, apaga el fuego y reserva en un recipiente hasta que se enfríe. ¡Muy bien!

¿La soja texturizada ya se ha enfriado? Entonces ya puedes dar forma a tus albóndigas. ¡Hurra! Coge porciones de soja y, con tus manos, dales forma de bola. Si ves que la textura se resiste y no te permite formar las bolas con facilidad, añade un poco de harina a la masa para que sea más manejable. En principio, tras añadir la harina, no deberías tener ningún problema para lograr unas bolas firmes y bien redondas.

¡A rebozar se ha dicho! En un bol, añade un vaso de agua y una cucharada grande de harina. Después, coge las albóndigas una a una y mételas al bol para rebozarlas en la harina. Dales varias vueltas para asegurarte de que queden bien impregnadas y formen una capa uniforme.

Una vez rebozadas las albóndigas de soja texturizada, solo tendrás que echar un chorrito de aceite en una sartén y dejar que se doren. ¡Sanseacabó! Facilísimo, ¿verdad?

¡Que no se te pase este paso si quieres hacer una salsa de tomate casera! Para hacerla, pon a calentar en una sartén un chorrito de aceite de oliva con un par de dientes de ajo picados. Cuando empiecen a dorarse, añade 400 g de tomate triturado, sal, pimienta y, si quieres, una pizca de orégano o albahaca. Cocina a fuego medio durante unos 10-15 minutos, removiendo de vez en cuando hasta que espese un poco. ¡Y ya la tienes lista!

¡Último paso! Vierte la salsa de tomate casera que has preparado sobre las albóndigas ya doradas o, si lo prefieres, añade las albóndigas directamente a la sartén de la salsa y deja que se cocinen juntas un par de minutos para que se impregnen bien del sabor. ¡Te vas a chupar los dedos!

>> Esta receta es solo una de las muchas opciones que encontrarás en nuestra sección de recetas vegetarianas y veganas. Estamos seguros de que, al probarla, no podrías resistirte a preparar más platos como este. Para que empieces a elaborar tu recetario de recetas veganas, te dejamos algunos ejemplos deliciosos: un rico gazpacho de mango, los canelones veganos más ricos que probarás o un plato de quinoa con judías pintas y uvas. ¿Por cuál empezarás?