Ponte a prueba. ¿El cerdo pertenece al grupo de las carnes rojas o blancas? ¿Y algunas aves de corral como el pato? ¿Y el conejo? Si cuidas tu alimentación es indispensable que conozcas a la perfección en qué categoría clasificar estos alimentos, solo de este modo podrás seguir una dieta equilibrada y saludable.
En ALDI te lo ponemos muy fácil. De hecho, te mostramos cuáles son las principales diferencias entre la carne roja y la blanca, del mismo modo que te damos algunos ejemplos para despejar tus dudas. Avisamos: no todo es lo que parece. ¡Ah! Y como no, compartimos contigo algunas de nuestras mejores recetas, porque somos así de espléndidos. ¿Te animas?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la carne roja como la carne de músculo de mamíferos sin procesar, es decir: la carne de vacuno, buey, caballo, carne de caza e incluso las vísceras, entre otras.
A continuación, te contamos un poco más sobre algunas de las más consumidas en nuestro país:
La carne de ternera, también conocida como de res o vacuno, destaca por la intensidad de su sabor. Es una carne roja muy rica en proteínas, además aporta vitaminas del grupo B y es rica en fósforo. Su color es rosado y su textura es tierna. Hay varias clases de carne de ternera, (de entre ellas destaca la carne angus) pero las más comercializadas son: la ternera blanca o lechal (de 0 a 8 meses) y la ternera rosada (de 10 a 14 meses aproximadamente).
Es una carne que procede de hembras bovinas que ya han cumplido los 48 meses, por lo que pesan alrededor de unos 400 kilos y se encuentran en edad fértil. El color de este tipo de carne es más oscuro y tiene un sabor fuerte, gracias a su grasa amarillenta tan característica. Eso sí, resulta menos blanda en boca que otras carnes rojas, aunque su aporte nutricional es mayor.
Se confunde bastante con la carne de toro, una carne roja poco consumida en relación a sus compañeras. La principal diferencia reside en que el buey es el macho bovino castrado (más de 48 meses), mientras que el toro es un animal sin castrar. La carne de buey presume de un envidiable color rojo intenso y tiene la grasa entrevenada de un color nacarado, no amarillento como el de la vaca. Por ley, su carne debe dejarse madurar unos 10-15 días, y presume de un sabor más fino. Además de las proteínas y el hierro, esta carne roja es rica en yodo, zinc, manganeso y selenio.
Desde el punto de vista nutricional se consideran carnes blancas aquellas que no proceden de mamíferos. Se denomina “blanca” porque presenta una coloración menos rojiza que la carne roja. Tal cual. Estas son las más populares en España:
Es la carne blanca por antonomasia, por varias razones: por ser una de las carnes más saludables, porque es económica y por sus características organolépticas. Todos estos motivos le confieren la etiqueta de alimento estrella en todas las cocinas del mundo. Casi nada. El pollo de cría se sacrifica con una edad mínima de 20 semanas y entre 1 y 3 kilos. Hay varios tipos: pollo de corral o campero, de granja, pularda, capón, picantón, tomatero o gallina. Tú decides.
El protagonista de la cena de Acción de Gracias es, sin duda, una de las carnes menos calóricas y de alto contenido en proteínas, vitaminas y ácido fólico. Forma parte del grupo de las carnes blancas magras (carne baja en grasas), por lo que la Fundación Española de Nutrición recomienda su consumo unas tres veces por semana. A su vez, es una de las carnes más apreciadas por grandes gourmets, por su delicado sabor y aroma. #ALDIconsejo: inclúyela en tu dieta sí o sí.
Aunque hablemos de un mamífero, la carne de conejo está considerada dentro de la clasificación de carne blanca. Además, es una de las carnes magras por excelencia, con bajo contenido en grasa (no más de un 5%) y no cuenta con hidratos de carbono. Por este motivo y su gran cantidad de nutrientes (proteínas de alto valor biológico, fósforo, potasio…) se podría consumir hasta tres veces por semana, según la Fundación Española de Nutrición. Es un tipo de carne blanca muy valorada en la dieta mediterránea. Muy versátil en cocina, destaca por su textura fibrosa y su fácil digestión.
La carne de cerdo merece una mención aparte. ¿El motivo? Porque se clasifica en función de la edad del ejemplar, así como por su alimentación. Y, cuando el animal es adulto, de la pieza. Por ejemplo, el solomillo de un cerdo adulto forma parte de la categoría de carnes rojas, mientras que el lomo de carnes blancas. Capisci?
Sucede lo mismo que con la carne de cerdo, su categorización varía en función de la edad del animal o de la parte del cuerpo. Se trata de una carne muy popular, especialmente, en los países mediterráneos. Por lo general, procede de ovejas jóvenes (macho o hembras), con menos de 300 días de vida y un peso que oscila entre los 5,5 y los 30 kilos. Sobresale por su tierna textura, sabor y jugosidad. Acércate a Castilla y León, pídete un costillar (una de las partes más valoradas) y compruébalo. Sublime.
¿Sabías que el pato y el ganso se consideran carnes rojas a pesar de ser aves de corral? ¿Cómo te quedas? No dejar de aprender es de sabios. Ambas están muy asociadas a la cocina francesa, presentan un sabor consistente y que brilla por su intensidad. Son carnes rojas que aportan una gran cantidad de proteínas de buena calidad, vitaminas del grupo B, así como zinc, hierro y fósforo.
Como hemos visto a lo largo del artículo, la OMS basa su clasificación en aquellas que proceden de los mamíferos (carnes rojas) y aquellas que no (carnes blancas). Además, el color de la carne también es un factor diferencial muy característico de ambos grupos.
Al contrario que sucede con las carnes blancas, las rojas contienen una mayor cantidad de hierro y, en general, más grasas y purinas. Sin embargo, estos mismos nutrientes le confieren mucho más sabor que la mayoría de las carnes blancas.
En cuanto a su consumo, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición aconseja consumir "entre 2 y 4 raciones de carne semanales, preferiblemente de pollo y conejo, y no más de dos de carne roja". Teniendo presente que define la equivalencia de cada ración entre 100 y 125 gramos, esto supondría no rebasar los 250 gramos de carne roja semanales. Aclarado.
Como en ALDI somos muy de compartir, queremos regalarte algunos de nuestros secretos gastronómicos mejor guardados, unas recetas con carne roja escandalosamente deliciosas. Para tu día a día o para una celebración especial, para sorprenderte o sorprender, qué más da. La cuestión es disfrutar. Son estas:
Seguimos dándolo todo. Porque qué mejor que tener bien contento a nuestro paladar, ¿verdad? Ahora les toca el turno a algunas de nuestras exquisitas recetas con carne blanca. Cierra los ojos y déjate llevar por su sabor, en soledad o con la mejor de las compañías. Nuestro consejo: no te quedes solo con una.
>> Dato curioso made in ALDI: si necesitas disminuir los gases estomacales, cuando cocines carne apuesta por la de vaca, ternera, pollo, pavo y cordero lechal. Además, reduce los fritos y rebozados y márcate más cocidos o asados. También te recomendamos que dejes a un lado los productos de charcutería y las vísceras. Si quieres saber más al respecto, échale un vistazo a nuestro post sobre los alimentos que producen gases. Ahí lo dejamos, cero tabúes.
¡Este producto ya está disponible en tu supermercado!
El servicio de aviso está desactivado.
Aviso de disponibilidad
¡Gracias! El aviso se ha activado correctamente.
Recibirás un aviso el día ${date} a las ${time}.
Debes confirmar tu email.
Esta página es válida para $[region-to] y muestra ofertas no disponibles para tu ubicación $[region-from].
¿Quieres continuar?
Si seleccionas esta tienda de $[region-to] cambiarás tu ubicación de preferencia $[region-from].
¿Quieres continuar?